Este domingo, dos petroleros rusos, el Bolgoneft 212 y el Bolgoneft 239, sufrieron accidentes en el estrecho de Kerch, en el mar de Azov, provocando un derrame de crudo en la zona. Según el Ministerio de Emergencias de Rusia, el Bolgoneft 212 encalló después de que su proa resultara dañada, mientras que el Bolgoneft 239 quedó a la deriva. Ambos barcos transportaban alrededor de 8.000 toneladas de combustible, y los daños sufridos impiden que continúen navegando, lo que eleva el riesgo de un posible hundimiento. Las malas condiciones meteorológicas, con fuertes vientos y oleaje, fueron probablemente la causa del accidente, generando un error de navegación en ambos barcos.
El vertido de petróleo ha generado alarma en la región, ya que afecta a aguas compartidas por Rusia y Ucrania en el mar de Azov. El Bolgoneft 212 llevaba 14 tripulantes a bordo, de los cuales 13 fueron rescatados, aunque uno de ellos perdió la vida. El Bolgoneft 239 también tenía 14 marineros a bordo. Para las labores de rescate, se han movilizado barcos remolque y helicópteros, al tiempo que un equipo de especialistas ha sido enviado a evaluar los daños ambientales y tomar medidas para contener el vertido.
Ante la gravedad de la situación, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha ordenado la creación de un grupo de trabajo encabezado por el viceprimer ministro Vitali Saveliev, el cual incluirá a representantes de los ministerios de Emergencias y de Recursos Naturales. Este equipo tiene como objetivo “coordinar los esfuerzos de rescate y minimizar el impacto ambiental del derrame de petróleo en el estrecho de Kerch”, una zona estratégica que conecta el mar Negro con el mar de Azov. Las autoridades rusas están trabajando rápidamente para controlar la contaminación y mitigar sus efectos en la región.