París exige una ley que reconozca la energía nuclear como clave en la “descarbonización” de la UE

El Estado francés impulsa la inclusión del poder nuclear en las políticas energéticas de la Unión Europea.

Durante un debate ministerial sobre el futuro del sistema energético de Europa, la ministra francesa de transición ecológica, Agnès Pannier-Runacher, ha defendido la necesidad de reemplazar la actual Directiva de Energía Renovable por una nueva legislación que reconozca “el papel crucial de la energía nuclear en los esfuerzos de descarbonización de la UE”, según informa Euronews. El Estado francés ha apostado por su especialización energética particular en la lista de tecnologías aprobadas para inversiones verdes, lo que podría abrir la puerta a más apoyo político y financiero para el sector. La ministra subrayó que “es crucial que la nueva Comisión Europea proponga un objetivo para 2040 alineado con la meta de alcanzar cero emisiones netas para mediados de siglo”.

Aunque varios países, como República Checa, Finlandia e Italia, respaldaron la idea de una política energética de la UE “neutral en tecnología”, la discusión fue marcada por la preocupación de la ministra irlandesa de medio ambiente, Eamon Ryan, quien instó a “superar las divisiones entre energías renovables y nucleares”. Ryan destacó la importancia de “no caer en la tentación de que los países miembros actúen de manera independiente”, ya que esto, según ella, sería “costoso y poco eficiente”. Los ministros coincidieron en “la necesidad de reforzar las redes de transmisión y las interconexiones transfronterizas, así como en la electrificación del transporte, la calefacción y la industria como camino hacia una transición energética más sostenible”.

Además de la discusión sobre la energía nuclear, se trató el alto costo de la energía, que sigue siendo un flanco débil para la competitividad de europea, tras la crisis energética de 2022. Tinne Van Der Straeten, ministra de energía de Bélgica, propuso desvincular el precio de la electricidad renovable de los combustibles fósiles, permitiendo que los consumidores tengan acceso directo a la energía producida por fuentes “renovables” a precios más bajos. Por otro lado, hicieron hincapié en “la necesidad de reducir la dependencia de los combustibles fósiles de Rusia”, una preocupación creciente tras el estallido de la guerra a gran escala en Ucrania en 2022.