El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, consolidó su acercamiento a Marruecos durante su reciente visita a Rabat, en el marco de la reunión de la “Internacional Socialista”. Según recoge El Independiente, Sánchez elogió al rey Mohamed VI por su papel “en la estabilidad regional y el progreso del país”, ofreciéndose como mediador para defender los intereses de la monarquía alauí en la Unión Europea, tras las sentencias del Tribunal de Justicia de la UE que anularon los acuerdos pesquero y agrícola. El mandatario español destacó “la hermandad y visión compartida” entre ambos países, subrayando que el Estado español es “la puerta de entrada de Marruecos al bloque europeo”.
El respaldo de Sánchez llega en un momento crítico para Marruecos, que enfrenta reveses legales impulsados por el Frente Polisario en su lucha por la liberación nacional del Sáhara Occidental. A pesar de que el fallo judicial es considerado una victoria táctica para los saharauis, Sánchez insistió en “promover una relación estratégica entre Rabat y Bruselas”, describiéndola como una colaboración “win-win”. Su postura fue celebrada por Driss Lachgar, líder de la Unión Socialista de Fuerzas Populares (USFP) y aliado del rey Mohamed VI, quien calificó a Sánchez como “amigo de Marruecos y de las causas justas en el mundo”.
El alineamiento de Moncloa con Rabat ha generado críticas, especialmente por parte de sectores que apoyan la autodeterminación del Sáhara Occidental. Eurodiputados socialistas españoles han bloqueado iniciativas a favor del pueblo saharaui en el Parlamento Europeo, y el PSOE se ausentó recientemente de la constitución del intergrupo de amigos del Sáhara en el Congreso. Esta deja en evidencia lo alejado que está el PSOE sobre la cuestión saharaui, mientras Marruecos refuerza su influencia diplomática en la UE con el respaldo de Sánchez y el Gobierno español.