La moneda china, el renminbi, popularmente conocida como yuan, ha caído a su nivel más bajo en 16 meses, alcanzando los 7.34 por dólar, acelerado por los temores de que la administración de Donald Trump imponga fuertes aumentos de aranceles, lo que podría afectar las perspectivas de crecimiento de la economía china.
Este descenso se produce a pesar de que el Banco Popular de China (PBoC) ha fijado la tasa de referencia del día en 7.1887 este miércoles, un ajuste casi imperceptible respecto a la jornada anterior. La divisa está cerca del límite inferior de la banda de negociación diaria del 2% que permite el banco central, lo que indica la presión sobre la moneda.
El debilitamiento del yuan es en parte un prueba de los temores en los mercados de que un aumento de los aranceles por parte de Estados Unidos frene las exportaciones chinas, que han sido un pilar clave del crecimiento económico en un contexto de débil demanda interna y una crisis inmobiliaria prolongada. Los analistas de Financial Times indican que la presión sobre la moneda es también una respuesta anticipada a las políticas comerciales de Trump, que se espera tomen forma tras su toma de posesión. A pesar de los esfuerzos del PBoC por mantener una tasa de cambio estable, los inversores siguen anticipando más caídas en el yuan.
Además, los mercados de valores chinos también experimentan pérdidas, con el índice CSI 300 de Shanghái y el Hang Seng de Hong Kong cayendo un 1,3% en respuesta a las presiones sobre la moneda y los datos económicos de Estados Unidos que por el momento dan buenas cifras al dólar. Expertos como Ju Wang, de BNP Paribas, apuntan en el Financial Times que el mercado “ya ha integrado muchas de las expectativas de políticas comerciales más estrictas de Trump”, aunque persisten los temores de que cualquier ajuste en las políticas del PBoC pueda desencadenar una venta aún mayor de la divisa china.