Las fuerzas israelíes han comunicado su intención de ampliar las operaciones militares en el campamento de refugiados de Yenín, en el norte de Cisjordania, tras enfrentamientos que han dejado al menos 10 palestinos muertos y decenas de heridos desde el martes. El ejército de ocupación, que justifica su ofensiva como parte de una estrategia para abordar “amenazas en múltiples frentes,” ha señalado que las acciones continuarán en esta zona densamente poblada.
La escalada ha obligado a cientos de residentes a abandonar el campamento, mientras que la Autoridad Nacional Palestina lamenta que el Estado de Israel aplique “castigos colectivos”, mientras colabora estrechamente con la colonización. En paralelo, Gaza se enfrenta a una recuperación frágil bajo una tregua aún precaria. Según la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), muchos palestinos que regresan tras meses de bombardeos encuentran sus hogares destruidos e inhabitables.
Desde octubre de 2023, la ofensiva israelí en Gaza ha provocado más de 47.000 muertes palestinas y más de 111.000 heridos. Aunque sigue llegando ayuda humanitaria a Gaza, los esfuerzos de reconstrucción se enfrentan a enormes desafíos, incluidos los daños masivos a infraestructuras y el desplazamiento de decenas de miles de civiles.