El presidente Alexandr Lukashenko ha sido reelegido para un séptimo mandato en Bielorrusia, según anunció la Comisión Electoral Central (CEC) del país, con el 86,82% de los votos. Esta victoria, reportada tras un proceso en el que más del 81% de los electores del censo electoral participaron, refuerza su posición como el mandatario europeo con más tiempo en el poder. La opción “Voto contra Todos” quedó en segundo lugar con el 3,6%, mientras que el candidato del Partido Comunista de Bielorrusia de Serguéi Sirankov obtuvo un 3,21%.
La oposición, en su mayoría en el exilio, ha calificado el proceso electoral como “fraudulento” y denunció supuestas irregularidades, incluyendo un voto anticipado que alcanzó el 41,81% del electorado. Líderes opositores señalaron que estas prácticas “dificultan verificar la transparencia del proceso”. Por otro lado, las elecciones no habilitaron centros de votación en el extranjero, limitando la participación de ciudadanos exiliados. El Estado español, entre otros países occidentales, expresó su preocupación, afirmando que los comicios “carecieron de mínimos estándares democráticos” y reiteraron su llamado al “respeto por los derechos humanos en Bielorrusia”.
Lukashenko, tras emitir su voto en Minsk, declaró que “no le importa” si los países occidentales reconocen los resultados, reafirmando su postura frente a las críticas internacionales. Según informes de medios oficiales y la agencia EFE, la comunidad internacional sigue dividida sobre cómo abordar la situación en Bielorrusia, mientras el presidente se asegura un mandato que continuará hasta 2030.