El Movimiento de Resistencia Islámica Hamas liberará este jueves a tres presos israelíes y cinco ciudadanos tailandeses, según informó el Foro de las Familias de Rehenes y Desaparecidos. A cambio, Al Jazeera reporta que el Estado de Israel excarcelará a otros 110 prisioneros palestinos, incluídos 30 niños. Este intercambio se produce en medio de una tregua frágil y de un retorno masivo de palestinos al norte de la Franja de Gaza, donde la ONU advierte de “niveles máximos de destrucción”.
Los nombres de los cautivos israelíes ya han sido revelados; una de ellas es la última mujer que queda por liberar, un hecho que los sionistas han buscado fehacientemente. La identidad de los cinco tailandeses aún no se ha revelado. Tras este intercambio, 87 israelíes seguirán presos en Gaza.
Miles de palestinos regresan a sus hogares destruidos
Más de 376.000 palestinos han regresado al norte de Gaza, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA). Sin embargo, el panorama es desolador: edificios en ruinas, infraestructuras colapsadas y un acceso limitado a servicios básicos. Muchos desplazados viven en tiendas de campaña junto a sus antiguas viviendas, mientras que la ayuda humanitaria ha comenzado a llegar, aunque sigue siendo insuficiente.
La OCHA estima que hay 50 millones de toneladas de escombros en la Franja, y su retirada podría llevar hasta 20 años. Además, advierte que el colapso del sistema de agua y saneamiento representa “una amenaza humanitaria crítica”.
Ataques en Cisjordania y presiones sobre la UNRWA
Mientras tanto, la violencia en Cisjordania continúa. Un bombardeo israelí en Tamun dejó al menos nueve palestinos muertos, en el marco de la operación “Muro de Hierro”, según han alertado el Ministerio de Sanidad palestino y el servicio de emergencias de la Media Luna Roja. Las fuerzas de ocupación aseguran haber eliminado a 18 milicianos en diversas incursiones en Yenín y Tulkarem, donde la situación sigue siendo tensa.
Por otro lado, la ONU enfrenta obstáculos para seguir operando en la región. Las autoridades coloniales han dejado expirar los visados de unos 50 empleados de la agencia UNRWA, lo que dificulta la distribución de ayuda humanitaria en Gaza y los territorios ocupados.
A pesar del alto el fuego y los intercambios de prisioneros, la situación sigue siendo extremadamente delicada, con una población civil atrapada entre la destrucción, la incertidumbre política y el riesgo de una reanudación del conflicto.