El sur de Siria ocupado por el Estado de Israel está siendo escenario de nuevas construcciones de instalaciones militares por parte de los sionistas, cerca de la aldea de Jubata al-Khashab, en la gobernación de Al-Quneitra, según reveló The Washington Post mediante imágenes satelitales. Las construcciones incluyen más de una docena de edificios y vehículos militares en una base amurallada, lo que sugiere que la presencia israelí en la zona podría ser a largo plazo, a pesar de las afirmaciones de Tel Aviv sobre una “ocupación temporal”. Esta actividad ocurre tras la caída del gobierno de Bashar Al-Assad en diciembre de 2024, cuando el Estado de Israel intensificó su incursión en el territorio sirio.
El alcalde de Jubata al-Khashab, Mohammed Muraiwid, denunció la destrucción de un área natural protegida para hacer espacio para nuevas bases y manifestó su oposición a la ocupación. “Les dijimos que consideramos esto como una ocupación”, señaló el edil. Las tensiones locales incluyen allanamientos de viviendas, desplazamientos forzosos de residentes y enfrentamientos con las fuerzas israelíes, quienes también han cerrado carreteras y establecido puestos de control en la región.
El avance de las fuerzas de ocupación ha sido respaldado por la declaración del colapso del Acuerdo de Separación de Fuerzas de 1974 entre Siria y el Estado de Israel, lo que ha permitido a Tel Aviv desplegar su ejército en la zona “desmilitarizada” de los Altos del Golán. Esta expansión ha sido “condenada” tanto por las Naciones Unidas como por varios países árabes, sin ningún efecto práctico. La ocupación israelí de tierras sirias desde 1967 es considerada ilegal a ojos del Derecho Internacional.