Las declaraciones de Donald Trump sobre la posibilidad de que EEUU asuma el control de Gaza han generado una fuerte reacción en el mundo árabe. Arabia Saudí ha reafirmado que “no normalizará relaciones con Israel sin un Estado palestino”, mientras que Egipto y Jordania han rechazado cualquier intento de reasentamiento forzado de palestinos. Líderes de Omán, Emiratos Árabes Unidos, Qatar y Turquía también han rechazado las intenciones del presidente estadounidense y han advertido que la propuesta podría agravar el conflicto en la región.
Hamas ha calificado los comentarios de Trump como una amenaza directa a los palestinos, instando a la Liga Árabe y a la ONU a “una reunión urgente” para tratar la cuestión. Por su parte, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, ha insistido en que “cualquier solución debe basarse en el derecho internacional y la autodeterminación del pueblo palestino”.
En Europa, varias potencias también han rechazado la idea de una administración extranjera en Gaza, reafirmando su apoyo a una “solución de dos Estados”. Algunos analistas han comparado la propuesta de Trump con la situación durante la invasión de Irak en 2003, alertando sobre los riesgos de una nueva escalada en la región.
