Después de que el presidente de EEUU, Donald Trump, propusiera “tomar el control de Gaza y trasladar permanentemente a los palestinos a países vecinos”, varios altos funcionarios del gobierno han matizado sus declaraciones. Trump había sugerido que EEUU “tomaría” Gaza y la convertiría en “la Riviera del Medio Oriente”, pero el Secretario de Estado, Marco Rubio, aclaró que “el desplazamiento de los palestinos sería solo temporal, durante un periodo de reconstrucción”, según recoge Al Jazeera. Además, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, enfatizó que EEUU “no financiaría la reconstrucción de Gaza y que no se enviaría tropas al terreno”.
La propuesta de Trump ha sido condenada a nivel global, con la ONU advirtiendo que cualquier desplazamiento forzoso de los palestinos podría ser considerado como una forma de limpieza étnica. Líderes de países árabes como Egipto y Jordania, así como facciones de la Resistencia Palestina como Hamas, han rechazado firmemente el plan. La Autoridad Nacional Palestina lo ha calificándo de “violación de la ley internacional y un obstáculo para la solución de dos Estados”. Varios estados del mundo ha reiterado que la expulsión “no es una opción viable para resolver el conflicto”.
Los residentes de Gaza también han expresado su rechazo al plan, con algunos destacando su firme intención de quedarse en sus hogares, a pesar de la devastación provocada por más de 15 meses de genocidio intensificado. La propuesta ha extremado las tensiones en la región, con negociaciones en curso para una posible extensión del alto el fuego entre la Resistencia Palestina y el Estado de Israel, mientras la situación humanitaria del pueblo palestino sigue siendo objeto de condena internacional.