Al menos 21 personas han resultado heridas este jueves por la mañana en Múnich (Alemania), cuando un automóvil ha embestido una manifestación del sindicato Ver.di. Según el cuerpo de bomberos, diez de los heridos se encuentran en estado crítico y once presentan lesiones graves. La policía informó que el conductor, un ciudadano afgano de 24 años, fue detenido en el lugar y “no representa un peligro adicional”. El ministro del Interior de Baviera, Joachim Herrmann, afirmó que “el hombre es un solicitante de asilo cuya petición fue rechazada y que residía en Alemania con un permiso de tolerancia”.
El incidente ocurrió en la intersección de Karlstraße y Seidlstraße, donde unas 2.500 personas participaban en la protesta sindical. “El coche se lanzó contra la manifestación”, declara un portavoz de Ver.di a Der Spiegel, aunque reconoce que “aún no se sabe si fue intencional o un accidente”. Imágenes difundidas en redes sociales muestran la detención del sospechoso y a varios heridos siendo atendidos en el suelo. El alcalde de Múnich, Dieter Reiter, confirma que entre los afectados hay niños, y ha expresado su consternación: “Mis pensamientos están con los heridos”.
Las autoridades han acordonado la zona y utilizan drones para inspeccionar el área. La manifestación ha sido suspendida y Ver.di ha anuncidado que evalúa cómo proceder con futuras protestas. La Fiscalía General de Múnich ha asumido la investigación, mientras que la policía ha instado a los habitantes a evitar la zona debido a las interrupciones en el tráfico.
Es habitual que sucesos de este tipo sean ser instrumentalizados y manipulados por parte de la extrema derecha para verter odio sobre las poblaciones migrantes, como sucedió recientemente en Alemania con el atropello cometido por un simpatizante de la AfD de origen saudí en un mercadillo de navidad. En el atentado supremacista blanco de Örebro (Suecia) a principios de febrero, se difundieron las mismas narrativas antes de que se confirmara la identidad del atacante, que resultó ser un xenófobo blanco que disparó al grito de: “¡Fuera de Europa!”. En contraste, cuando los atropellos de este tipo son cometidos inequívocamente por europeos blancos, como el reciente atropello de una estudiante serbia en una manifestación estudiantil, la extrema derecha no hace declaraciones al respecto.
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