El exasesor de Donald Trump mayor exponente de la alt-right de EEUU, Steve Bannon, ha levantado el brazo en un gesto indistinguible de los saludos utilizados los nazis; esto se refuerza aún más después de un incidente similar protagonizado por Elon Musk y la polémica que desató. El episodio ha tenido lugar tras su discurso en la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC), un evento anual de la derecha estadounidense celebrado en National Harbor, Maryland. Durante su intervención, Bannon instó a sus seguidores a no rendirse: “Pelead, pelead, pelead”, exclamó antes de realizar el gesto y concluir con un “amén”.
Las imágenes han provocado reacciones inmediatas. De hecho, sus propios simpatizantes y seguidores también lo han entendido como un claro gesto nazi. Jordan Bardella, líder del partido francés de extrema derecha Agrupación Nacional, decidió cancelar su intervención en la CPAC tras ver el vídeo. “Uno de los intervinientes se ha permitido hacer un gesto provocador referente a la ideología nazi. Por consiguiente, he tomado la decisión inmediata de anular mi intervención”, explicó en un comunicado recogido por Libération.
Este no ha sido el único incidente de esta naturaleza que se ha producido en el evento. Durante su discurso, el productor y actor Eduardo Verástegui, vinculado a círculos ultraconservadores y conocido por su papel en la película Sound of Freedom, realizó un gesto similar, acompañado de gritos del público y referencias a la lucha política. Verástegui, que ha participado en actos con figuras de la extrema derecha en del Estado español, ha utilizado en varias ocasiones su plataforma para promover discursos alineados con teorías conspirativas como QAnon, que fueron el detonante del Asalto al Capitolio.
Los expertos en extrema derecha subrayan que el gesto de Bannon no es casual. Como exdirector de la web ultraconservadora Breitbart News y estratega jefe de Trump en la Casa Blanca, ha sido una figura clave en la expansión de la extrema derecha en América y Europa, asesorando a líderes como Matteo Salvini, Jair Bolsonaro o el propio Santiago Abascal. Su objetivo ha sido siempre movilizar a las bases a través de una retórica beligerante. Que Elon Musk realizara un gesto similar durante un mitin en enero y ahora lo haga Bannon refuerza la hipótesis de una estrategia concertada: una radicalización simbólica progresiva que buscaría legitimar referencias fascistizantes en el debate público, normalizando referencias históricas antes consideradas inaceptables.