El Movimiento de Resistencia Islámica Hamas ha confirmado un acuerdo con el Estado de Israel para la entrega de los cuerpos de otros cuatro israelíes a cambio de la liberación de 602 prisioneros palestinos. La entrega de los cadáveres, que forman parte de los 33 que la organización se ha comprometido a devolver en la primera fase del alto el fuego, está programada para este jueves, según informó la organización en un comunicado recogido por la prensa internacional. Además, la resistencia habría admitido realizar la entrega sin propaganda, condición exigida por los israelíes.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, había ordenado la suspensión de estas liberaciones el pasado sábado, justificando la decisión por lo que calificó como “ceremonias propagandísticas y humillantes” realizadas por la Resistencia Palestina en Gaza antes de la entrega de los prisioneros de guerra israelíes a la Cruz Roja. Sin embargo, la presión de Egipto y otros mediadores habría llevado a la reanudación del proceso, de acuerdo con fuentes cercanas a las negociaciones citadas por la agencia Reuters.
Mientras tanto, las fuerzas israelíes mantiene su ofensiva militar en Cisjordania, donde sus tanques entraron en Jenín por primera vez en dos décadas, y la situación sigue siendo crítica en la Franja de Gaza, donde al menos seis bebés han muerto debido a la ola de frío que afecta a la población desplazada, que sigue alojándose a la intemperie. Organizaciones humanitarias han advertido que la falta de refugio adecuado y suministros básicos agrava la crisis humanitaria en el enclave.
Por otro lado, el Ejército de ocupación israelí ha informado sobre ataques aéreos en Siria contra supuestas instalaciones militares que “albergan armas”, sin precisar las ubicaciones exactas. En la zona sur de Damasco, testigos han reportado incursiones de cazas israelíes en la localidad de Kisweh, donde, según la agencia Reuters, al menos dos personas han muerto. El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, ha declarado que estos bombardeos “buscan evitar que la región se convierta en un segundo sur del Líbano”.