La UE busca financiación para aumentar el gasto militar

Los gobiernos europeos estudian subir impuestos y recurrir a la deuda para financiar el rearme.

Reunión de líderes europeos en Londres.
Foto: Ursula Von der Leyen (X)

Los países de la Unión Europea buscan fórmulas para financiar el aumento del gasto militar ante la creciente tensión con Rusia y la incertidumbre sobre el compromiso de Estados Unidos con la OTAN. Alemania, sorprendentemente, ha propuesto recurrir a la deuda y ha pedido a Bruselas que adapte las reglas fiscales para permitirlo. El Estado francés, en cambio, apuesta por aumentar los impuestos, una estrategia similar a la de Estonia, que ha elevado temporalmente el IVA y el IRPF hasta 2028. “Estos gastos adicionales en armamento tendrán que acomodarse en los presupuestos nacionales, ya sea subiendo impuestos o reduciendo gasto, no hay forma de evitarlo”, ha declarado una fuente comunitaria citada por El País.

Bruselas ha flexibilizado su postura sobre el déficit fiscal y calcula que, si los Estados miembros aumentan su gasto militar en un 1,5% del PIB en los próximos cuatro años, se movilizarían unos 650.000 millones de euros adicionales. Sin embargo, no todos los países han alcanzado el umbral del 2% del PIB en gasto armamentístico fijado por la OTAN. Madrid y París, por ejemplo, prevén llegar a esa cifra en 2028 y 2029, respectivamente. Polonia, en cambio, lidera el gasto en la UE con un presupuesto superior al 4% del PIB y planea mantenerlo hasta 2028, según datos de la OTAN recogidos por Bloomberg.

El debate se ha intensificado ante la cumbre de la OTAN en junio, donde se discutirá la posibilidad de elevar el umbral mínimo de gasto al 3,5% del PIB, una cifra que la Comisión Europea considera “necesaria”. Mientras algunos países, como Bélgica, han anunciado planes para alcanzar el 2% en los próximos meses, otros buscan alternativas, como el fondo de 150.000 millones de euros propuesto por Bruselas para financiar el rearme con “deuda común”. Sin embargo, ya se anticipa que hasta el 80% del gasto militar correrá a cargo de cada estado miembro, y no de la mencionada deuda comunitaria. Mientras tanto, la presión diplomática de Estados Unidos, especialmente tras el regreso de Donald Trump a la presidencia, impulsa las decisiones en esa dirección, con exigencias a los “aliados” europeos para elevar su gasto militar hasta el 5% del PIB.