Según un estudio del Banco de España, tres de cada cuatro empresas afirman que la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) apenas ha tenido impacto en su actividad. De las empresas que sí han notado efectos, el 32% ha reducido su margen de beneficio y un 26% ha trasladado parte del aumento de costes a los precios que pagan los consumidores.
El informe también señala que el impacto en el empleo ha sido menor. Un 21% de las empresas ha reducido nuevas contrataciones y un 10% ha realizado despidos. El efecto ha sido más notable en las empresas donde hay más trabajadores con salario mínimo: en estas, un 43% ha ajustado la contratación, mientras que en aquellas con menos empleados afectados por el SMI, solo un 15% ha tomado esta medida.
En cuanto a la situación general de las empresas, la Encuesta sobre la Actividad Empresarial (EBAE) del Banco de España indica que la mayoría percibe estabilidad en sus ingresos durante el primer trimestre de 2025 y espera un crecimiento en los próximos meses.
Sin embargo, la medida se hace notar en el lado de los trabajadores: la subida del SMI ha supuesto, por primera vez, la tributación del IRPF para cerca de medio millón de asalariados que lo cobran. La medida, por tanto, no ha perjudicado a los intereses de los empresarios pero ha servido para gravar a los trabajadores más pobres.