La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha señalado que la zona euro enfrenta un nivel de incertidumbre “excepcionalmente alto”, lo que hace “imposible” garantizar de forma permanente una inflación del 2%.
En una intervención recogida por Europa Press, Lagarde ha explicado que las alteraciones en el comercio internacional, el gasto militar y otros factores estructurales están modificando los patrones de inflación, haciendo necesario “un ajuste constante” de la política monetaria.
Según Lagarde, el BCE debe garantizar que la inflación “converja de nuevo hacia el 2% a medio plazo”, aunque admie que en el actual contexto de volatilidad los precios pueden desviarse temporalmente de ese objetivo.
Entre los factores que pueden impulsar la inflación, ha mencionado el aumento de la fragmentación comercial y el mayor gasto militar, mientras que otros, como el posible redireccionamiento de exportaciones desde China hacia Europa, podrían ejercer una presión a la baja sobre los precios.
Lagarde también ha destacado que los riesgos geopolíticos afectan a la estabilidad económica, al influir en los tipos de cambio y en los precios de la energía y las materias primas. En este escenario, ha subrayado “la necesidad de que el BCE mantenga una política monetaria ágil y clara”, con el objetivo de “reducir la incertidumbre y responder de manera efectiva a los posibles shocks económicos”.