El Gobierno israelí ha cesado en la madrugada de este viernes a Ronen Bar, jefe del servicio de inteligencia Shin Bet, tras una votación unánime en el gabinete del primer ministro Benjamin Netanyahu. La decisión marca un hito histórico, ya que es la primera vez que un gobierno israelí despide a un líder del servicio de inteligencia interior.
La reunión para aprobar la destitución ha durado más de tres horas, y se produce en ausencia de Bar, quien previamente había informado a los ministros mediante una carta en la que alegaba que su cese estaba “contaminado por conflictos de intereses”.
Bar, quien desempeñaba el cargo desde 2021, vincula su despido con la investigación en curso sobre los posibles vínculos entre la oficina de Netanyahu y Qatar, conocida como el caso del Qatargate. En la misiva, Bar acusó al Ejecutivo de “actuar bajo intereses extranjeros” y de “no justificar de manera concreta los motivos de su destitución”. Por su parte, Netanyahu defiende la medida, argumentando que “Bar no era la persona adecuada para fortalecer al Shin Bet”, y lo calificó de “blando” en su enfoque de la “seguridad”.
La destitución ha generado una serie de protestas en ciudades como Al Quds/Jerusalén y Yaffa/Tel Aviv, donde miles de personas salieron a las calles para rechazar la decisión. Los manifestantes han vinculado este despido con la investigación sobre el financiamiento de Qatar a exasesores de Netanyahu, lo que ha incrementado las tensiones políticas internas.
Además, la fiscal general de la entidad colonial, Gali Baharav-Miara, expresó su oposición a la destitución, señalando que “el proceso debería contar con la recomendación de un comité asesor antes de su ejecución”.
