El Estado de Israel ha ampliado este jueves su ofensiva terrestre en la Franja de Gaza, con incursiones militares en las ciudades de Rafah, en el sur, y Beit Lahiya, en el norte. La intensificación de las operaciones militares se producen tras el colapso del alto el fuego de dos meses, que se rompió el martes con un bombardeo aéreo israelí sobre Gaza.
Según el Ministerio de Salud de Gaza, al menos 590 personas han muerto desde que se reanudaron los ataques. La ofensiva israelí ha provocado un nuevo éxodo de civiles, que huyen de las zonas más afectadas por los bombardeos y los combates. Las fuerzas de ocupación, por su parte, aseguraron haber recapturado parte del corredor de Netzarim, un área estratégica en el centro de Gaza.
Hamas respondió a los ataques con el lanzamiento de cohetes hacia la Jaffa ocupada por los israelíes, comúnmente conocida como “Tel Aviv” . Se trata de la primera vez que se producen lanzamientos de este tipo en meses, lo que demuestra que la Resistencia Palestina mantiene capacidades operativas significativas en la Franja. Según el ejército israelí, “los tres cohetes fueron interceptados o cayeron en áreas despobladas”, sin causar bajas entre los colonos.
Esta nueva escalada se produce después de que la tregua, que había sido alcanzada a mediados de enero, fuera unilateralmente abandonada por el Estado de Israel. Los sionistas exigen la liberación sin condiciones de más prisioneros de guerra, unos 59 soldados israelíes que la Resistencia Palestina mantiene en cautiverio.
El conflicto se intensificó aún más con declaraciones de Husam Badran, un alto funcionario de Hamas, quien rechazó la exigencia maximalista israelí de “desarmar” a la resistencia como condición para el cese de hostilidades.
En paralelo, el gobierno estadounidense ha mostrado su apoyo a las acciones de exterminio del Estado de Israel, mientras que en Gaza, la situación humanitaria se agrava con más de 48.000 muertos confirmados desde el inicio de la guerra en octubre de 2023. La situación en la región continúa siendo tensa, sin perspectivas claras de una resolución inmediata.