Singapur ha experimentado un crecimiento inesperado en las ventas de empresa tecnológica Nvidia, pasando de ser una región insignificante para la compañía a convertirse en su segundo mercado más importante. Según los datos del informe anual de Nvidia, en 2024, las ventas en Singapur representaban el 11,2% de los ingresos totales de la empresa, cifra que escaló a un 18,1% en 2025.
Este aumento, que se traduce en 23.684 millones de dólares en ingresos, ha despertado sospechas sobre el papel del país como posible punto de transbordo de tecnología americana hacia “mercados restringidos”; es decir, hacia China. La compañía ha aclarado que aunque “Singapur centraliza la facturación de muchos clientes, los productos enviados suelen tener otro destino final”, lo que aumenta la especulación y la sospecha sobre el uso del archipiélago para eludir los controles comerciales.
La razón detrás de este fenómeno está vinculada a los controles de exportación impuestos por Estados Unidos a ciertos chips de Nvidia, como el modelo H20, diseñado específicamente para cumplir con las restricciones del gobierno estadounidense hacia China.
Sin embargo, las autoridades sospechan que “algunos países bajo estas restricciones pueden estar utilizando Singapur como intermediario para desviar estos productos hacia territorios no autorizados”. La Fiscalía de Singapur está investigando una supuesta “red de contrabando de procesadores” que involucraría a diversas empresas, incluyendo Nvidia, Dell y Supermicro, que estaría desviando 390 millones de dólares a paraísos fiscales, según informa Reuters.
Este aumento en las ventas en Singapur tiene como telón de fondo el contexto de la creciente guerra comercial entre Estados Unidos y China, donde ambos países se disputan el acceso a la tecnología avanzada. Las restricciones de exportación de EEUU a China están diseñadas para impedir el acceso de este país a semiconductores de última generación, mientras que China ha buscado diversas formas de sortear estas limitaciones mediante su acceso a mercados globales.
La implicación de Singapur en esta disputa se evidencia no solo en las cifras de ventas de Nvidia, sino también en la investigación sobre hipotético “fraude de servidores” en el país, que podría ser un claro indicio del uso del archipiélago como una puerta de entrada para eludir los controles comerciales internacionales impuestos por Washington.