Canadá celebra este lunes unas elecciones parlamentarias anticipadas, tras la renuncia en enero del primer ministro Justin Trudeau, debilitado por la crisis interna de su partido y la creciente inestabilidad económica. El economista Mark Carney, exgobernador del Banco de Canadá y del Banco de Inglaterra, asumió el liderazgo liberal y convocó comicios para reafirmar su posición ante el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, cuyas amenazas de una guerra comercial y de convertir a Canadá en “el estado 51” han condicionado la campaña. Según datos de CBC, Carney parte como favorito con un 42,7% de intención de voto, frente al líder conservador Pierre Poilievre.
El escenario electoral se transformó drásticamente tras la salida de Trudeau y el endurecimiento de la política estadounidense. “Es inevitable, porque si alguien dice que va a conquistar un país, va a afectar a la política interna del mismo”, explicó a RTVE la economista canadiense Armine Yalnizyan.
El nuevo primer ministro ha tratado de frenar el impacto de los aranceles, aunque sectores como el acero ya han sufrido despidos, según recoge Al Jazeera. El politólogo Dennis Pilon, de la Universidad de York, destaca que Carney “se posiciona a la derecha del Partido Liberal”, una estrategia que ha permitido atraer a votantes moderados ante la amenaza económica.
Las preocupaciones internas, como el coste de vida y las tensiones regionales, siguen presentes. “El alto coste de vida sigue afectando a la población”, señaló Yalnizyan a RTVE, apuntando a la crisis de la sanidad pública y el aumento de precios básicos.
A pocas horas de la votación, un atropello múltiple en un festival filipino en Columbia Británica ha dejado 32 heridos, según Radio Canada, en un incidente que la Policía local descartado como “acto terrorista”. El primer ministro en funciones, Mark Carney, se declaró “desolado”, mientras que su rival, Pierre Poilievre, dijo estar “conmocionado por las terribles noticias”.