La administración del presidente Donald Trump planifica una reducción de 1.200 puestos en la Agencia Central de Inteligencia (CIA), junto con miles de recortes adicionales en otras entidades del sistema de inteligencia estadounidense, informó The Washington Post el viernes, citando fuentes internas.
Según el medio, los recortes se ejecutarán a lo largo de varios años mediante la disminución de nuevas contrataciones y algunas salidas selectivas, en línea con una estrategia general de reducción del tamaño del gobierno impulsada desde el inicio de su mandato.
Consultada por Al Jazeera, una portavoz de la CIA no confirmó las cifras, pero señaló que el director de la agencia, John Ratcliffe, “está actuando con rapidez para garantizar que la plantilla de la CIA responda a las prioridades de seguridad nacional de la administración”.
Según sus palabras, estos cambios forman parte de “una estrategia integral para revitalizar la agencia, ofrecer oportunidades a nuevos líderes y mejorar la capacidad de la CIA para cumplir su misión”. Ratcliffe, nombrado por Trump en enero, declaró ante el Congreso que la agencia seguiría ofreciendo análisis “objetivos y basados en todas las fuentes, sin interferencias políticas”.
En paralelo, la agencia ofreció paquetes de salida voluntaria en febrero, aunque no se ha especificado cuántos empleados los aceptaron. En marzo, la CIA anunció también el despido de un número no determinado de agentes júnior considerados “inadecuados” para el trabajo de inteligencia o con “problemas de conducta”, según explicó un portavoz. Estas decisiones, enmarcadas en la política de reducción administrativa de la era Trump, han sido comunicadas a algunos miembros del Congreso, de acuerdo con The Washington Post.