El Gobierno español ha estimado que la investigación en curso para determinar las causas del apagón que dejó sin suministro eléctrico a gran parte de la Península Ibérica el pasado 28 de abril se prolongará entre tres y seis meses.
Así lo han indicado fuentes gubernamentales en una rueda de prensa del pasado 6 de abril, que señalan que “el plazo coincide con el que se ha marcado la Comisión Europea para presentar sus propias conclusiones”. Bruselas, sin embargo, ha solicitado al Ejecutivo de Pedro Sánchez que presente su informe preliminar en un máximo de tres meses.
La investigación está siendo coordinada por la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, con la participación de varios ministerios, incluidos los de Interior, Defensa, Presidencia y Transformación Digital.
En una comparecencia posterior al Consejo de Ministros, el titular de Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López, ha confirmado que Moncloa sigue sin descartar la posibilidad de un ciberataque. “La respuesta es no”, respondió al ser preguntado si esa línea ya había sido desechada, pese a que Red Eléctrica descartó públicamente esa hipótesis días antes.
“No se ha descartado ninguna línea y se trabaja en todas”, añadió el ministro, quien también reiteró que “no hay ninguna información nueva al respecto”. López justificó la cautela del Ejecutivo afirmando que “solo se comunica información contrastada, como debe hacer un Gobierno serio y responsable”.
López aseguró que el Ejecutivo ha movilizado “todos los recursos del Estado” y que en la investigación participan equipos especializados del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), el Centro Criptológico Nacional (CCN) y el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe).
También reiteró que el Gobierno “está comprometido con esclarecer los hechos” y afirmó que “se informará puntualmente sobre los avances”. Por el momento, la única novedad oficial es que, según Aagesen, se registró un segundo incidente 19 segundos antes del apagón en el sur del Estado español, cuya relación con la interrupción del suministro sigue sin esclarecerse.