El fondo de inversión estadounidense Kohlberg Kravis Roberts (KKR) formalizó en enero de 2024 la compra de Superstruct Entertainment, promotora de más de 80 festivales internacionales, incluyendo algunos de los mayores eventos musicales del Estado español como Sónar, Viña Rock, Resurrection Fest, Monegros, Arenal Sound y el FIB.
La operación, valorada en 1.400 millones de euros, convierte a KKR en uno de los principales actores del sector en el Estado, según informa El Salto. De hecho, KKR es accionista mayoritario del grupo mediático Axel Springer, propietario del portal inmobiliario Yad2, que anuncia viviendas en nuevas colonias israelíes en Palestina.
También participa en empresas israelíes como Guesty y en firmas de ciberseguridad como Optiv, asociada con exoficiales del ejército israelí.
En 2021, financió un centro de datos subterráneo en Petah Tikva (Israel), operado por su filial GTR. Henry Kravis y George Roberts, fundadores del fondo, han respaldado públicamente a figuras políticas del Partido Republicano como Donald Trump o Nikki Haley.
Tras la adquisición, han surgido protestas en distintos países. En Reino Unido, Boiler Room —también propiedad de Superstruct— reconoció públicamente sus “contradicciones” ante los vínculos de KKR y reafirmó “su adhesión al movimiento BDS”.
En Finlandia, trabajadores del Flow Festival iniciaron un boicot. En Galiza, BDS ha pedido a artistas y organizadores de festivales que se desmarquen del fondo. El Salto asegura que las direcciones de Resurrection Fest, Viña Rock, Sónar y O Son do Camiño no han respondido a las solicitudes de posicionamiento.