China prepara un nuevo plan industrial para reforzar la fabricación tecnológica

Pekín estudia una actualización de “Made in China 2025” centrada en la autosuficiencia tecnológica y el liderazgo en sectores clave, mientras descarta metas de consumo ante la falta de herramientas para estimular la demanda interna.

Vista aérea de una zona industrial en Zhejiang Sheng, China.
Foto: Jason Chao/Unsplash

El gobierno de Xi Jinping está diseñando una nueva versión de su estrategia industrial para impulsar la producción de bienes tecnológicos avanzados, según fuentes citadas por Bloomberg.

Este plan, que sería una evolución del programa Made in China 2025, priorizaría sectores como la fabricación de semiconductores y equipos de alta tecnología, y podría ser presentado antes o después del próximo Congreso Nacional del Pueblo en marzo de 2026.

Las autoridades chinas buscan mantener la cuota de la industria manufacturera en el PIB nacional a medio y largo plazo, en respuesta a la presión de Estados Unidos para que el país reoriente su economía y reduzca su dependencia de las exportaciones.

El plan original Made in China 2025, lanzado en 2015 bajo el mandato de Li Keqiang, establecía una hoja de ruta para que China alcanzara el liderazgo mundial en innovación tecnológica en 2049.

Entre sus objetivos figuraba sustituir componentes clave importados por alternativas nacionales, con la meta de que el 70% de los componentes de alta tecnología fueran de producción local en 2025.

Esta estrategia ha generado críticas de Estados Unidos y la Unión Europea, que la consideran “responsable de los desequilibrios comerciales” y de “restringir el acceso de empresas extranjeras al mercado chino”.

Según Bloomberg, el gobierno chino evita ahora referirse explícitamente al plan por su nombre para reducir la presión internacional, aunque mantiene la apuesta por la autosuficiencia y el desarrollo de “nuevas fuerzas productivas” en sectores como vehículos eléctricos, baterías y paneles solares.

El núcleo de la política industrial —la autosuficiencia, el liderazgo en tecnologías clave y la promoción de la innovación— sigue vigente, pero el discurso oficial subraya ahora la necesidad de “desarrollo equilibrado”, el impulso a la demanda interna y la “cooperación internacional”, según declaraciones recogidas por el Centro de Innovación y Desarrollo de la Academia China de Ciencia.

No obstante, la prioridad sigue siendo la manufactura avanzada, mientras que los objetivos numéricos de consumo se formulan de manera más cualitativa y no como metas estrictas en los documentos oficiales recientes.

Pese a las declaraciones del primer ministro Li Qiang en marzo de 2025 sobre la prioridad de “vigorizar el consumo”, las autoridades chinas han descartado fijar objetivos numéricos de consumo en el próximo plan quinquenal, al considerar que por el momento carecen de instrumentos eficaces para estimular el gasto de los hogares.

La manufactura sigue representando cerca del 25% del PIB chino, mientras que el consumo doméstico apenas alcanza el 40%, muy por debajo del 50-70% habitual en las economías capitalistas desarrolladas.

Xi Jinping subrayaba el 19 de mayo su intención de seguir fortaleciendo el sector manufacturero, adherirse a los principios de “autosuficiencia y superación”, y “dominar las tecnologías clave”, reafirmando la centralidad de la industria en la estrategia de desarrollo nacional.