Miles de israelíes colonos fascistas israelíes han marchado este lunes por los barrios de la Ciudad Vieja de Jerusalén (Palestina) para celebrar el Día de Jerusalén, fecha que marca la ocupación israelí de la parte oriental de la ciudad tras la Guerra de los Seis Días en 1967.
La Marcha de las Banderas, organizada anualmente por grupos fascistas, ha recorrido el barrio donde aún residen los árabes. Lo ha hecho bajo fuerte presencia policial y con el cierre forzado de comercios palestinos, según informan agencias internacionales y medios como AFP, EFE y Al Jazeera.
Durante la marcha, los participantes han coreado consignas como “muerte a los árabes” y lemas islamófobos, generando un clima de hostilidad y terror entre la población local.
La policía israelí ha desplegado miles de agentes para escoltar a los manifestantes y regular el tráfico, justificando la medida como “necesaria para preservar la rutina diaria de la ciudad lo máximo posible y permitir tanto a los participantes como al público general, incluyendo a los creyentes de todos los credos, alcanzar sus destinos con seguridad”, según un comunicado oficial emitido por las autoridades coloniales.
Sin embargo, organizaciones de derechos humanos y residentes palestinos han denunciado que esto no ha impedido las agresiones contra la población nativa; al contrario, como en otros años, el desfile ha sido acompañado de agresiones, acoso y daños a la propiedad palestina.
Las mismas fuentes recuerdan que la tensión generada por la marcha ha sido un factor de escalada en episodios violentos anteriores.
Este año, por ejemplo, la marcha también ha incluido la irrupción de manifestantes en la sede de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA) en el barrio de Sheikh Jarrah, según reportes de Al Jazeera. Además, el ministro de Seguridad Nacional israelí, Itamar Ben Givr, ha irrumpido en la explanada de las mezquitas, el tercer lugar de culto más sagrado para los musulmanes.
En ediciones anteriores, la Marcha de las Banderas también ha coincidido con ataques a periodistas palestinos y llamados públicos a efectuar pogromos contra los árabes. En 2021 fue uno de los detonantes de un conflicto armado de 11 días en Gaza.