Moscú y Belgrado han prorrogado la vigencia del contrato de suministro de gas ruso a Serbia hasta el 30 de septiembre de 2025, según ha anunciado Dusan Bajatovic, director de la empresa estatal serbia Srbijagas, en declaraciones a la Radio y Televisión Serbia.
“El viernes [el 23 de mayo] firmamos un anexo al contrato actual, prorrogando las mismas condiciones hasta el 30 de septiembre. Así, nos hemos asegurado 6 millones de metros cúbicos a un precio de 290 euros por 1.000 metros cúbicos”, afirmó Bajatovic, quien subrayó que este acuerdo “permitirá a Serbia llenar sus instalaciones de almacenamiento antes de la temporada de calefacción”.
La prórroga se produce en un contexto de negociaciones en curso entre Gazprom y las autoridades serbias para firmar un nuevo contrato a largo plazo, que podría extenderse hasta diez años, según han señalado tanto Bajatovic como el Gobierno serbio.
El suministro de gas ruso es considerado estratégico para Serbia, que busca mantener condiciones favorables en el precio y el volumen, especialmente tras la reducción de exportaciones rusas a la Unión Europea por las sanciones derivadas de la guerra en Ucrania.
El presidente serbio, Aleksandar Vucic, ha abordado este tema personalmente con Vladimir Putin durante su visita a Moscú, reiterando “la importancia de la cooperación energética bilateral”.
Respecto al precio, Bajatovic mencionó que el acuerdo se mantiene en 290 euros por 1.000 metros cúbicos, aunque este dato no ha sido ampliamente confirmado en la mayoría de medios occidentales.
Las autoridades serbias insisten en que las condiciones del suministro ruso siguen siendo más favorables que las del mercado europeo, lo que permite a Belgrado afrontar la próxima temporada invernal con garantías de abastecimiento relativamente barato y seguro, aunque lo coloca en una posición delicada frente a Bruselas.