El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, ha acordado con el presidente de Líbano, Joseph Aoun, una “hoja de ruta para el desarme de las facciones palestinas en territorio libanés”. El anuncio se produce tras una reunión mantenida el 21 de mayo durante la visita oficial de Abbas al país vecino.
En un comunicado conjunto publicado en la cuenta oficial de la Presidencia libanesa en la red social X, ambas partes reafirman su compromiso con que “todas las armas en el país deben estar bajo control de las autoridades estatales” y declararon que “la era de las armas fuera de la autoridad del Estado libanés ha terminado”.
Según informa el diario libanés L’Orient-Le Jour y recogió Middle East Eye el pasado 23 de mayo, el proceso de desarme “comenzará a mediados de junio en los campos de refugiados de Bourj al-Barajneh, Shatila y Mar Elías, en Beirut”.
La segunda fase, prevista para principios de julio, se llevaría a cabo en el valle de la Bekaa y en el norte del país. Una tercera fase, sin fecha específica, se desarrollaría en campos del sur del país.
Además, el presidente Aoun declaró al canal egipcio ON TV que “el monopolio de las armas debe estar en manos del Estado” y confirma que el ejército “ha desmantelado seis campamentos de entrenamiento militar palestinos en diversas regiones del país”.
De acuerdo con Middle East Eye, esta iniciativa se enmarca en un contexto de presión internacional sobre Líbano para desarmar a grupos armados tras la firma del alto el fuego con el Estado de Israel, y en un momento en que Hezbollah ha visto debilitada su estructura militar tras ataques israelíes en 2024.
Las facciones palestinas, entre ellas Fatah, Hamas y el Frente Popular para la Liberación de Palestina, han mantenido históricamente una presencia significativa en los campos de refugiados libaneses, donde, según recuerda el medio, los refugiados continúan enfrentando restricciones en derechos civiles y acceso a empleo, lo que ha favorecido la existencia de estos grupos armados.