La distribución de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza ha quedado completamente suspendida este miércoles tras el anuncio de la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF, por sus siglas en inglés), organización respaldada por el Estado de Israel y Estados Unidos.
Según informa la cadena Al Jazeera, la suspensión se debe a “trabajos de renovación, reorganización y mejora de la eficiencia”, mientras que el ejército israelí ha advertido que las carreteras de acceso a los centros de distribución serían consideradas “zonas de combate” durante la jornada, y pide a la población “mantenerse alejada”.
La medida se produce un día después de que tropas israelíes abrieran fuego contra civiles palestinos que se encontraban cerca de uno de los centros operados por GHF en Rafah. Al menos 27 personas fueron asesinadas y más de 100 resultaron heridas, de acuerdo con fuentes médicas citadas por Al Jazeera.
En otro ataque aéreo israelí este miércoles sobre una escuela en Khan Younis, que funcionaba como refugio para desplazados, fueron asesinadas al menos 18 personas, incluidos varios menores, según reportó personal del Hospital Nasser.
El director del hospital Al-Shifa de Gaza, Dr. Mohammed Abu Salmiya, denunció la falta de transfusiones de sangre para atender a los heridos: “Estamos perdiendo a un gran número de heridos cada día. Pedimos la entrada inmediata de unidades de sangre en Gaza… ahora, no mañana”.
Mientras tanto, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas votará hoy una resolución que exige un “alto el fuego inmediato, incondicional y permanente” y el levantamiento de todas las restricciones a la entrada de ayuda humanitaria a Gaza.
La iniciativa, impulsada por Argelia y apoyada por varios países, enfrenta un probable veto de Washington, que ya ha bloqueado resoluciones similares desde el inicio de la ofensiva genocida israelí en octubre de 2023.
La situación en Gaza sigue deteriorándose en medio del asedio militar, con más de 54.000 muertos confirmados por el Ministerio de Salud de Gaza.