Más de 300 millones de trabajadores de la India se encuentran en condiciones de semiesclavitud

El 90% de la fuerza de trabajo india está en la economía informal; millones sufren salarios retenidos, jornadas sin descanso y condiciones de semiesclavitud, según la OIT y datos oficiales.

Tea Garden, Assam, India.
Foto: am_ranjan/Unsplash

Mientras el gobierno de Narendra Modi promociona la meta de convertir a India en una economía de 5 billones de dólares, la realidad de más de 300 millones de trabajadores del sector informal cuenta otra historia.

Detrás del crecimiento industrial, millones de personas, como el obrero Ravi Kumar Gupta, entrevistado por Al Jazeera, operan hornos de acero o pelan camarones en fábricas sin contratos, sin seguridad laboral y con salarios frecuentemente retrasados o recortados por intermediarios.

La mayoría, además, carece de equipo de protección adecuado y trabaja todos los días del mes, sin derecho a descansos ni licencias pagas, a pesar de lo que establece la legislación vigente.

Ravi, migrante en una acería de Maharashtra, gana 175 dólares al mes, menos que el ingreso medio nacional, y debe enviar la mayor parte a su familia, que abandonó la agricultura por el impacto del cambio climático.

Como él, millones de trabajadores están atrapados en un ciclo de sobreexplotación: si faltan varios días, pierden el empleo y los beneficios acumulados, y no reciben nunca un contrato escrito que respalde sus derechos.

La situación se repite en otros sectores. En la industria del camarón en Andhra Pradesh, mujeres como Sumitha Salomi y Minnu Samay trabajan largas horas sin contrato, seguridad social ni descansos suficientes, bajo vigilancia constante y salarios que apenas alcanzan para sobrevivir. El miedo a perder el empleo y la falta de alternativas las obliga a aceptar condiciones irregulares.

11 millones de esclavos

Expertos en derechos laborales y organizaciones como la OIT advierten que el trabajo forzoso y la explotación son endémicos en India, especialmente en la industria textil y agrícola.

Según la Walk Free Foundation, el país tiene el mayor número de personas en situación de esclavitud moderna del mundo, con más de 11 millones de afectados. Las mujeres, migrantes, dalits y madres solteras son los grupos más vulnerables, enfrentando acoso, violencia y discriminación salarial.

A pesar de que la legislación prohíbe, en teoría, el trabajo forzoso desde 1975 y existen programas de registro y rescate, la falta de fiscalización y la presión de las grandes marcas internacionales perpetúan el problema.

Sindicatos y organizaciones de trabajadores reclaman contratos formales, abolición de prácticas abusivas y educación sobre derechos laborales como medidas urgentes para combatir la explotación ilegal en el corazón de la economía india.