La Junta de Andalucía ha aprobado la reapertura de la mina de Aznalcóllar (Sevilla) para 2028, justificando la decisión con “la creación de empleo en la comarca”, a pesar de las advertencias de la comunidad científica y de organizaciones ecologistas sobre el riesgo de repetir el desastre ecológico de 1998 en Doñana.
Según denuncia la Asamblea de la Juventud Trabajadora de Sevilla (AJT Sevilla), el proyecto, gestionado por la filial Minera Los Frailes del Grupo México, contempla el vertido de más de 17.000 millones de litros de aguas tóxicas al estuario del Guadalquivir en los primeros 18 meses de actividad y 4.000 millones de litros anuales durante los siguientes 17 años.
La AJT Sevilla denuncia que la reapertura de la mina responde a intereses empresariales y de grandes fondos de inversión, y que el discurso de la “creación de empleo” se utiliza para justificar un modelo extractivista que, según la AJT, “perpetúa la precarización de la clase trabajadora y la degradación ambiental”.
El comunicado sostiene que la reapertura de Aznalcóllar “perpetúa un ciclo de explotación del territorio” y advierte sobre el empeoramiento de la crisis climática, la pérdida de biodiversidad y la amenaza a la seguridad alimentaria en la región.
En la misma línea, otros colectivos sociales y organizaciones ecologistas insisten en que el proyecto ignora las advertencias científicas y las consecuencias del desastre de 1998, y llaman a organizarse para construir alternativas que prioricen la protección del territorio y la mejora de las condiciones de vida de la clase trabajadora.

