El gobierno de Japón ha presentado una protesta formal a la República Popular China tras registrar lo que califica como “maniobras peligrosas” de cazas J-15 operados desde los portaaviones Shandong y Liaoning cerca de aviones patrulla japoneses P-3C en el Pacífico.
Según el Ministerio de Defensa japonés, un J-15 voló a tan solo 45 metros de un P-3C durante el fin de semana y realizó “otras maniobras peligrosas” en dos incidentes, uno el sábado y otro el domingo, en los que los cazas chinos persiguieron a los aviones japoneses durante 40 y 80 minutos, respectivamente.
El portavoz del gobierno japonés, Yoshimasa Hayashi, declaró ante la prensa internacional: “Hemos expresado seria preocupación a la parte china y solicitado solemnemente la prevención de recurrencias”.
Por su parte, el portavoz del Ministerio de Exteriores de China, Lin Jian, respondió que “las operaciones de China en las zonas marítimas y aéreas pertinentes se ajustan plenamente al derecho y las prácticas internacionales”, y atribuye la raíz de los riesgos a que “los buques y aeronaves japoneses llevan a cabo reconocimientos cercanos sobre las actividades militares normales de China”.
Lin Jian recalca que “los departamentos de Defensa de ambos países mantienen la comunicación a través de los canales existentes”, según DW.
El Ministerio de Defensa japonés ha adjuntado imágenes de los encuentros y advierte que “tales aproximaciones anormales por parte de aeronaves militares chinas podrían causar colisiones accidentales”, aunque no se registraron daños ni heridos.
Incidentes similares ocurrieron en 2014, cuando cazas chinos se aproximaron a 30 metros de aviones japoneses, lo que también motivó protestas formales de Tokio.
El portaaviones Shandong realizó ejercicios de despegue y aterrizaje en la zona económica exclusiva japonesa, mientras el Liaoning fue avistado en la misma área antes de desplazarse fuera de la zona.