El gobierno de Níger ha anunciado la nacionalización de la mina de uranio Somair, gestionada hasta ahora por la empresa francesa Orano, cuyo accionista mayoritario es el Estado francés. La decisión ha sido comunicada oficialmente por las autoridades nigerinas, que acusan a Orano de haber tomado el 86,3% de la producción de la mina desde su apertura en 1971 hasta 2024, pese a que la participación accionarial de la compañía es del 63%.
El ejecutivo militar, en el poder desde el golpe de Estado de 2023, sostiene que la medida responde a “acciones irresponsables, ilegales e injustas” por parte de Orano y a la “hostilidad” del Estado francés hacia Níger desde julio de 2023, según reporta Al Jazeera.
Orano, por su parte, ha rechazado la nacionalización y ha anunciado que reclamará “una compensación por los daños sufridos y por los derechos sobre la producción acumulada de Somair”. La empresa, con más de 50 años de explotación en Níger, ya había perdido el control operativo de sus filiales en el país del Sahel en diciembre de 2024 y mantiene varios procesos de arbitraje internacional abiertos contra el Estado nigerino.
Orano califica la decisión como parte de una “campaña sistemática de expropiación de activos mineros” y afirma que la medida “viola los acuerdos vigentes entre las partes”.
La nacionalización de Somair se produce en el marco de una política de revisión de concesiones mineras y de distanciamiento de Níger respecto al Estado francés, su antiguo poder colonial.
El gobierno militar ha retirado a Orano la gestión de sus principales explotaciones de uranio en el país y busca reforzar el control estatal sobre los recursos estratégicos, en línea con procesos similares en otros países de África Occidental gobernados por juntas militares que marcan distancias con las potencias occidentales.