Durante las olas de calor, la siniestralidad laboral en el Estado español se incrementa un 17,4 %, según el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST), citado por EFE. Cada año, unas 1.300 personas fallecen en el Estado por causas atribuibles al calor, según el Instituto de Salud Carlos III, mientras que las altas temperaturas están detrás de la muerte de tres personas al día durante los periodos más extremos.
A nivel global, más de 2.400 millones de personas están expuestas anualmente al calor extremo, lo que representa más del 70 % de la población trabajadora mundial, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT). El INSST estima que esta exposición provoca al menos 18.970 muertes laborales al año en todo el mundo. Para la década de 2060, se prevé que las olas de calor puedan causar pérdidas anuales superiores al 1 % del PIB europeo, equivalentes a 227.000 millones de dólares, con el Estado español entre los países más afectados.
El calor extremo no solo eleva la siniestralidad y las muertes laborales, sino que también agrava la exposición a radiaciones solares y a agentes transmisores de enfermedades, como mosquitos y garrapatas.