El 15 de agosto de 2020, José Ramón Navarro envió al exministro José Luis Ábalos un mensaje en el que adelantaba: “En la segunda quincena de septiembre se notificará la sentencia absolviendo a Trapero. Mientras tanto, no puede ser público”. Ábalos reenvió el mensaje al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, quien respondió “ok”. Semanas después, Navarro volvió a avisar al Ejecutivo de que la prensa ya sospechaba el sentido de la sentencia y les informó del día exacto de la notificación, “para que lo manejéis”.
Navarro ha reconocido la autenticidad de los mensajes a El Mundo: “No lo puedo negar”, aunque afirma no recordar los detalles por el tiempo transcurrido. La filtración, que la UCO ha documentado en el marco de una investigación, ha provocado la presentación de una querella por parte de la organización Hazte Oír contra Navarro por presunta revelación de secretos, y ha reavivado el debate sobre la independencia judicial y la separación de poderes en el Estado español, o más bien sobre su ausencia.
Fuentes del PSOE de la época señalan que “no era la primera vez que el Gobierno recibía anticipadamente información sobre decisiones judiciales relevantes”. La absolución de Trapero se produjo en un momento clave para el Ejecutivo, en plena negociación presupuestaria con ERC y PDeCAT, y fue bien recibida por el bloque catalán. La revelación de estos hechos ha generado un fuerte impacto político y judicial, con peticiones de investigación y reproches a la instrumentalización de información reservada.