Barcelona se convierte en el destino turístico más masificado del mundo

Zonas como el Gòtic, la Sagrada Família o la Barceloneta están al borde del colapso, con 200.000 turistas por kilómetro cuadrado.

Imagen de archivo de una vista panorámica de Barcelona.
Foto: Yevheniia/Unsplash

Barcelona se ha consolidado este verano como la ciudad más densamente turística del mundo, superando a destinos icónicos como Roma, París, Nueva York o incluso Brasil y Australia juntas. Según un estudio de Nomad eSIM, la capital catalana recibe cada año más de 20 millones de visitantes, lo que supone una densidad de 201.722 turistas por kilómetro cuadrado en áreas como el Gòtic, la Sagrada Família o la Barceloneta

En pleno verano, la llegada diaria de cruceros, la congestión en el metro y la saturación de los servicios públicos han convertido la experiencia cotidiana en una prueba de resistencia para miles de residentes. Y es que, por cada 100 habitantes, Barcelona acoge a 916 turistas, una cifra que multiplica por diez la población local y que ha disparado los precios de la vivienda y los productos básicos, expulsando a muchos vecinos del centro histórico. El fenómeno ha generado protestas, pérdida de comercio tradicional y una creciente hartazgo.

Expertos como Jaime Palomera, codirector del IDRA, advierten que el modelo turístico actual se ha convertido en un círculo vicioso: “No se frena, se come otros sectores económicos”, alerta. La presión turística amenaza con vaciar de vida local los barrios más emblemáticos y pone en cuestión la sostenibilidad del modelo.

Mientras tanto, el sector turístico prevé cifras históricas para este verano en todo el Estado español. Se estima que a lo largo de 2025 habrá dos turistas internacionales por cada habitante censado en el Estado español, con 35 millones hasta mayo y proyecciones de otros 42 millones más solo entre junio y septiembre. Todo ello genera un alza en precios y un malestar generalizado que sirve el debate sobre los límites del turismo, convirtiéndolo en una de las principales preocupaciones sociales en Barcelona.