Un informe parlamentario presentado por la diputada Sophia Chikirou (La Francia Insumisa) insta a la Unión Europea a abandonar la confrontación y abrir nuevas vías de colaboración con Pekín, según recoge el propio documento oficial presentado en la Asamblea Nacional. El informe, que ha generado críticas tanto de la izquierda como de la derecha, reclama un “giro estratégico” en las relaciones con el gigante asiático y se distancia de la postura oficial del Elíseo.
El documento recuerda que la Comisión Europea designó a China como “rival sistémico” en 2019, lo que, según los autores, “ha limitado las oportunidades de colaboración y perjudicado la estabilidad económica de los Estados miembros”. El texto subraya, citando datos de la propia comisión parlamentaria, que el Estado francés podría tener “más intereses comunes con China que otros países europeos” y que la estrategia comunitaria “debería tenerlo en cuenta”.
El informe también destaca la larga tradición de cooperación sino-francesa, recordando que la República Francesa fue uno de los primeros países en reconocer a la República Popular China y que durante décadas ambos países han mantenido intensos lazos económicos. Sin embargo, los autores señalan que esta relación “se ha enfriado a medida que la Unión Europea ha reforzado sus vínculos transatlánticos y ha restringido el margen de maniobra con Pekín”.
El texto sugiere que Europa “debería abrirse a una mayor colaboración con China en áreas como la exploración espacial, la investigación científica, la cooperación universitaria y la transición digital, buscando acuerdos que sean beneficiosos para ambas partes”. Aunque la llamada está dirigida a toda la UE, el informe se presenta como una recomendación formal al Gobierno francés y al propio presidente Emmanuel Macron, para que “lideren este cambio de rumbo en la política europea hacia China”.