La isla de Eivissa (Illes Balears) afronta una saturación del servicio de ambulancias debido al aumento de emergencias vinculadas al ocio nocturno en macrodiscotecas de gran afluencia turística. El representante del sindicato USAE, José Manuel Maroto, asegura que “uno de cada tres traslados son solicitados por los clubes”, con frecuentes llamadas “a altas horas de la madrugada” por intoxicaciones causadas por el consumo combinado de alcohol y drogas, lo que genera una presión que el sistema sanitario público no puede sostener. Según recoge El Correo, los datos revelan que en una misma noche se puede acudir varias veces a los mismos locales para atender personas ebrias o bajo efectos de sustancias, poniendo en riesgo la atención a los 160.000 residentes permanentes, que se ven superados por la alta afluencia de turistas.
El sindicato USAE denuncia que la normativa vigente obliga a los clubes a disponer de personal sanitario, pero no a contar con ambulancias propias, salvo excepción de DC10, lo que deriva en que los traslados recaigan casi en exclusiva en el servicio público. Maroto critica que “los locales nocturnos, que ganan millones de euros al año, estén derivando este problema al sistema de salud público” y advierte que “la factura la pagan los residentes con sus impuestos”. Este desequilibrio afecta al acceso de los vecinos a emergencias comunes, quienes a menudo enfrentan largas esperas o demoras debido a la “prioridad” de casos relacionados con el ocio turístico nocturno.
Además de la sobrecarga, el personal sanitario trabaja en condiciones precarias y peligrosas, enfrentándose a menudo a agresiones en contextos donde se combinan abuso de sustancias y alta concentración de personas. Desde GSAIB reportan problemas técnicos como el mal funcionamiento del aire acondicionado en varias ambulancias, con vehículos ya fuera de uso y sin unidades de reserva disponibles, lo que dificulta la capacidad de respuesta por parte de los trabajadores, que no pueden operar en las condiciones deseadas. Estos elementos configuran un grave problema estructural que compromete la salud pública en la isla.