Denuncian muerte de Mahamedi en la comisaría de Montornès del Vallès y exigen esclarecimiento

Colectivos antirracistas reclaman transparencia y responsabilidades tras la muerte por disparos en dependencias policiales de un joven negro de 22 años, criticando la falta de comunicación y la narrativa oficial instaurada.

Imagen de archivo de un agente de la Policía Local en Catalunya.
Foto: N/D

Diversos colectivos antirracistas de Catalunya han emitido un comunicado tras la muerte de Mahamedi, un joven negro de 22 años, vecino de Montornès del Vallès (Barcelona) e hijo de padres gambianos, fallecido bajo custodia de la Policía Local el pasado 24 de julio.

Denuncian que el suceso no es un hecho aislado, sino parte de “una maquinaria de persecución y criminalización de nuestras comunidades migrantes y racializadas” en el Estado español y Catalunya, y critican que las administraciones y medios hayan impuesto una narrativa criminalizadora, describiendo a Mahamedi como un “hombre armado” abatido, sin explicar detalles sobre el uso de armas de fuego o informar respetuosamente a la familia.

El ayuntamiento de Montornès del Vallès emitió un comunicado institucional que calificó el incidente como “un incidente” en la comisaría, sin detallar las circunstancias del disparo que causó la muerte ni la naturaleza de la herida sufrida por otro agente involucrado. Los colectivos exigen transparencia en el proceso, reclamando saber cuántos disparos se efectuaron, en qué parte del cuerpo impactaron y por qué no se comunicó inmediatamente el fallecimiento a la familia.

Asimismo, llaman a los medios a evitar reproducir versiones policiales que criminalizan y deshumanizan a Mahamedi, especialmente en un contexto de aumento de discursos de odio contra las comunidades racializadas y migrantes.

Finalmente, las organizaciones firmantes reclaman un trato digno para la familia y responsabilidades claras que permitan acceder a la verdad, justicia y reparación sobre este caso. Subrayan que la muerte de Mahamedi refleja una problemática sistémica que requiere un abordaje integral frente al racismo institucional y la violencia policial.

También señalan que “sindicatos” policiales pidieron más recursos para la policía ante este hecho, sin mencionar a la víctima en ningún momento, lo que consideran revela cuáles son las prioridades de los lobbys policiales sobre la cuestión.

Fuentes conocedoras del contexto de la víctima y las circunstancias de los hechos afirman que Mahamedi llevaba meses sufriendo la presión policial y que el día en que murió bajo las balas de la policía “no funcionaban las cámaras de seguridad”. Las mismas fuentes denuncian que mientras los medios atribuyeron al joven la herida del mosso, en realidad fue su propio compañero quien hirió al agente.