La Unión Europea está impulsando desde Copenhague la controvertida iniciativa Chat Control para imponer el escaneo obligatorio de todos los mensajes privados enviados a través de plataformas digitales, con el objetivo declarado de "detectar material ilegal", en lo que supondría uno de los experimentos de vigilancia masiva más extensos de "tiempos de paz" en el bloque.
La propuesta, guardada en el cajón por más de tres años, ha sido reactivada por la iniciativa de la presidencia danesa del Consejo de la UE, que presentó un nuevo borrador sin concesiones para las comunicaciones cifradas, contrariamente a la versión previa que contemplaba el "escaneo voluntario" o la exclusión de mensajes cifrados, según recoge el portal reclaimthenet.org.
Durante el debate del pasado julio en el Consejo, 20 de los 27 países miembros expresaron “reservas exhaustivas” respecto al texto danés, reflejando una división profunda entre estados. Mientras países como Italia, el Estado español y Hungría apoyan la vigilancia obligatoria sin reservas, París ha pasado de un apoyo tímido a una posición favorable, lo que podría inclinar la balanza de forma decisiva, dado que para bloquear la propuesta se requieren al menos cuatro países que sumen el 35% de la población de la UE. Sin embargo, Alemania se mantiene cautelosa y rechaza por el momento el escaneo de comunicaciones cifradas como una violación de derechos fundamentales.
Vigilancia masiva
El Consejo Jurídico de la UE advirtió hace tiempo que la propuesta colisiona con derechos humanos básicos, considerando que el llamado “escaneo desde el cliente” vulnera la privacidad sin importar la tecnología usada. Pese a las críticas generalizadas de expertos en tecnología, juristas y activistas por los derechos digitales, el avance de la medida parece depender más de prioridades políticas que de evidencias técnicas, con negociaciones previstas para septiembre y sin fecha concreta para su eventual adopción. Defensores del plan señalan "la necesidad de combatir amenazas y material ilegal", al tiempo que los opositores alertan de los riesgos sobre la ciberseguridad, la libertad de expresión y el derecho a la privacidad.
El exdiputado europeo Patrick Breyer denunció que varios gobiernos que se opusieron el año pasado a este tipo de control ahora están cambiando de postura, argumentando que “el plan 2025 es incluso más extremo”. Si París y Berlín finalmente respaldan esta iniciativa, la UE podría estar a punto de aprobar la inspección masiva de todas las comunicaciones privadas a nivel europeo, antes incluso de que cualquier medida de cifrado pueda proteger esos mensajes, lo que implicaría un cambio radical en la política de privacidad digital y en los derechos civiles y políticos.
El debate se produce en un contexto de máxima tensión geopolítica global y denuncias de recortes de libertades políticas y civiles en suelo europeo. Además, la eventual decisión de la UE tendrá repercusiones directas no solo en su población, sino en el modelo regulatorio que otros países podrían seguir en materia de vigilancia y privacidad tecnológica en la próxima década.