El mes de agosto cerró con un aumento de 22.000 personas en las listas de desempleo, situando el total de parados en 2.426.511, según datos del Ministerio de Trabajo del Gobierno español. La afiliación a la Seguridad Social descendió en 200.000 trabajadores, bajando el volumen total a 21.666.203, una caída más acusada que en el mismo mes del año pasado.

La principal causa inmediata fue el fin de la temporada alta turística y el ajuste estacional en sectores como la educación, donde se rompieron casi 76.000 contratos, seguido por recortes en actividades administrativas, servicios auxiliares y construcción.

Aunque la cifra global de personas desempleadas para un mes de agosto es aparentemente la más baja desde 2007 y, en términos de género, hay más mujeres buscando empleo (1.471.731) que hombres (954.780), la tasa de paro sigue siendo la más alta de la Unión Europea y se mantienen marcadas desigualdades de género, ya que el desempleo femenino se sitúa muy por encima del porcentaje masculino. Con todo ello, el volumen de empleo femenino también es el más limitado para este periodo desde 2009.

Además, el gasto en prestaciones por desempleo continúa creciendo, alcanzando cifras récord que ponen en cuestión el verdadero estado de la supuesta "recuperación laboral". El paro de larga duración y entre personas mayores de 50 años sigue siendo preocupantemente elevado, y la concentración territorial del desempleo en comunidades como Andalucía, Catalunya, Comunitat Valenciana y Madrid marca la realidad del mercado laboral.

A nivel territorial, el aumento de paro ha afectado sobre todo a Catalunya, Madrid, la Comunidad Autónoma Vasca y Comunitat Valenciana, mientras regiones como Castilla-La Mancha, Canarias y Nafarroa presentan mejores datos de afiliación. El número de contratos firmados en agosto fue de 1.039.962, medio millón menos que en julio, pero similar a los datos de 2024, reflejando el peso del sector servicios en la estacionalidad laboral del Estado español.