El Gobierno israelí ha desestimado la última declaración del Movimiento de Resistencia Islámica Hamas sobre su disposición a alcanzar un alto el fuego, calificando la oferta como “más maniobras sin nada nuevo”, y ha reafirmado sus exigencias maximalistas de "desarme total", "control de seguridad sobre la Franja" y "establecimiento de una administración civil ajena a Hamas y la Autoridad Palestina", según recoge el diario sionista Haaretz. Pese a que Hamas había aceptado un acuerdo propuesto por mediadores regionales que incluía la formación de un gobierno técnico para Gaza y la liberación de prisioneros de guerra israelíes, en las últimas semanas el Gabinete de Seguridad israelí ha centrado sus reuniones en la preparación de una operación militar para tomar Ciudad de Gaza, sin discutir avances en la negociación.
Las protestas de colonos continúan en los territorios palestinos ocupados de 1948, especialmente de familiares de los prisioneros, exigiendo al gobierno que no sabotee un posible acuerdo y que dé prioridad a la liberación de sus familiares sobre objetivos militares o políticos. Según fuentes palestinas y mediadores internacionales, la oferta de Hamas cumple con el 98% de las condiciones pactadas en julio, pero Netanyahu se opone a cualquier trato que no suponga la "rendición completa de Hamas" y teme que una tregua lleve a elecciones en el Estado de Israel, abriéndose la puerta a rendición de cuentas institucional y a procesamientos por los fracasos del 7 de octubre de 2023 y cuentas pendientes de corrupción.
En lugar de avanzar hacia el cese del genocidio abierto a gran escala, la entidad sionista ha intensificado la ofensiva de exterminio contra Gaza con bombardeos y planes para la ocupación militar permanente de la ciudad, lo que eleva la tensión sobre la población palestina y agrava la crisis humanitaria. Mediadores árabes han constatado que las exigencias del Gobierno israelí bloquean la negociación, mientras Hamas demanda garantías internacionales de que la tregua no sea interrumpida unilateralmente, como las anteriores veces, y que se trabaje por la creación de un Estado Palestino. En este contexto, la posibilidad de un acuerdo de cese al fuego parece aún más lejana, y la masacre contra el pueblo palestino se mantiene como principal instrumento de política israelí en la Franja y toda Palestina.