La Fuerza Aérea polaca anunció este miércoles que habría derribado "varios drones rusos" que habrían penetrado su espacio aéreo durante un supuesto "ataque masivo" de Moscú contra el oeste y centro de Ucrania. Según el Mando Operacional polaco, se han activado “todos los procedimientos necesarios” y el máximo nivel de alerta con la participación de cazas propios y de aliados de la OTAN.

Las autoridades polacas califican el supuesto episodio como una “violación sin precedentes” del espacio aéreo e instan a la población a "no manipular restos de aparatos caídos". Durante la noche se han cerrado cuatro aeropuertos, incluyendo Varsovia y Lublin, por “actividad militar no planificada” y, según EFE, un dron habría impactado en un edificio de viviendas, sin causar víctimas.

El ministro de Defensa polaco, Wladyslaw Kosiniak-Kamysz, y el primer ministro, Donald Tusk, han subrayado la cooperación “constante” con el mando de la OTAN y la “máxima prioridad” en la "defensa territorial" tras la reunión extraordinaria de la Oficina de Seguridad Nacional. Sin embargo, el Gobierno polaco no precisa cuántos drones habrían sido interceptados ni confirma oficialmente la entrada de todos los objetos identificados por canales ucranianos.

Fuentes oficiales en Moscú han evitado comentar el incidente por el momento, y los medios rusos no han emitido justificación ni versión sobre la presunta incursión. El Ejército ruso, por su parte, ha asegurado que derribó 122 drones ucranianos en Crimea y la frontera occidental la misma noche, pero no ha hecho referencia a acciones en territorio polaco.

El episodio eleva el nivel de tensión entre la OTAN y Rusia y marca la primera vez que Varsovia afirma públicamente haber utilizado fuego real contra drones rusos. Kiev insiste en que “al menos ocho drones” dirigidos hacia Polonia demuestrarían una "provocación rusa deliberada", mientras el presidente Volodimir Zelensky y el ministro de Exteriores ucraniano advierten que Moscú “pone a prueba a Occidente”. La ausencia de versión rusa sobre la ruta, el objetivo o el control de los drones mantiene la incertidumbre sobre los sucesos, sin que ninguno de los bandos haya presentado pruebas definitivas hasta la fecha.