La Federación Rusa y la República de Belarrús iniciaron el 12 de septiembre el ejercicio militar conjunto Zapad 2025, el primero desde el inicio de la guerra a gran escala en Ucrania en 2022. La operación se extenderá hasta el 16 de septiembre y reúne oficialmente a más de 13.000 efectivos, aunque fuentes de inteligencia señalan que la cifra podría alcanzar hasta 30.000, con 8.000 desplegados en territorio bielorruso. Las jurisdicciones involucradas incluyen zonas militares en Bielorrusia alrededor de Barysaw, a 80 km de Minsk, así como áreas en Rusia y maniobras navales en mares del Báltico y de Barents.

Las maniobras, divididas en dos fases, tienen como objetivos la defensa del territorio del Estado de la Unión y la recuperación de terreno frente a un enemigo hipotético. Incluyen prácticas con el misil hipersónico nuclear Oreshnik, que Bielorrusia ha comenzado a recibir tras el tratado firmado en diciembre de 2024. En su relato oficial, Bielorrusia ha afirmado que los ejercicios tienen un formato reducido y se realizan más lejos de las fronteras europeas para no generar "interpretaciones agresivas". Sin embargo, sectores europeos mantienen la percepción de estas maniobras supondrían "una amenaza relevante a la seguridad regional".

Las actividades se producen apenas dos días después de que, supuestamente, 19 drones rusos entraran el espacio aéreo polaco, incidente que provocó la movilización de cazas de la OTAN, la activación del artículo 4 del Tratado del Atlántico Norte y el cierre del espacio aéreo polaco fronterizo con Bielorrusia, así como la activación de la operación Centinela oriental por parte de los atlantistas. Como respuesta, Polonia ha reforzado la presencia militar en su frontera oriental con el despliegue de 40.000 soldados, mientras que Lituania y Letonia también implementan restricciones aéreas cerca de Rusia y Bielorrusia.

A pesar de las explicaciones oficiales del Kremlin, que afirma que Zapad 2025 forma parte de la cooperación estratégica y no está dirigido contra terceros países, la proximidad física y temporal de las maniobras de la OTAN y la presencia de armamento nuclear y balístico táctico en Bielorrusia mantienen en alerta a los países vecinos y a la alianza occidental.

La transparencia del evento ha sido limitada, con la cifra oficial de soldados declarada menor para evitar regulaciones internacionales sobre reportes detallados. Polonia, Lituania y otros Estados aliados han sincronizado ejercicios militares, como Iron Defender 2025 de Polonia, en coincidencia con Zapad 2025, amplificando la tensión regional.