La policía de Países Bajos mata a tiros a un adolescente de 15 años por un supuesto robo de bicicleta
La policía alega que "el menor portaba un arma tras el robo y fue abatido al no obedecer la orden de entregarse".

Las autoridades neerlandesas han puesto en marcha una investigación tras el asesinato de un adolescente de 15 años que fue tiroteado por la policía en Capelle aan den IJssel, cerca de Rotterdam (Países Bajos). De acuerdo con la la versión oficial difundida por las autoridades locales, el menor habría participado en el robo de una bicicleta eléctrica y, supuestamente, "portaba un arma de fuego", la cual habría sido hallada en su poder tras el incidente. La policía afirma que el joven fue localizado por agentes en las inmediaciones de un McDonald's y, "tras ignorar las advertencias para soltar el arma y entregarse, salió corriendo y recibió los disparos".
Decenas de testigos, incluyendo familias con niños, presenciaron el suceso, que desencadenó un gran despliegue policial y de servicios de emergencia. El órgano "independiente" Rijksrecherche ha asumido el caso y analizará la actuación policial antes de decidir si presenta cargos contra los agentes implicados.
El alcalde de Capelle, Joost Manusama, por su parte, pidió "paciencia" y rechazó la "especulación", al tiempo que manifestó su "preocupación" por el impacto emocional en la comunidad.
Los datos sobre violencia policial en Países Bajos evidencian la dimensión del problema: en 2024, hubo 22.000 incidentes en los que la policía empleó violencia, de los cuales los agentes usaron armas de fuego en 924 ocasiones. El informe anual contabiliza 214 casos en los que se efectuaron “disparos dirigidos”. El asesinato del adolescente ha reabierto el debate sobre la violencia policial.