En la Comunidad de Madrid, los pacientes que requieren ecografías para descartar posibles tumores en cuello o pecho deben esperar hasta el año 2027 para ser atendidos en la sanidad pública. Este retraso se debe a la saturación del sistema sanitario, que actualmente cuenta con más de 967.000 personas en listas de espera, lo que representa más del 14% de la población madrileña. 

La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública ha expresado su preocupación por estas demoras, señalando que "ponen en grave riesgo la salud de los ciudadanos". El tiempo medio de espera para pruebas diagnósticas se situaron en 60,91 días en julio de 2025, con 174.409 personas pendientes de estas pruebas.

Privatización "encubierta"

Este colapso en la sanidad pública madrileña contrasta con el aumento del gasto privado en salud. Según la Fundación BBVA, el desembolso privado aumentó un 50% entre 2003 y 2022, hasta alcanzar los 33.606 millones de euros. En 2023, los hogares del Estado español dedicaron un promedio de 631 euros por miembro al cuidado de la salud, destinando la mitad de este gasto a la compra de aparatos y equipos terapéuticos, y el resto al pago de seguros privados de salud.

Además, la Comunidad de Madrid tiene el menor presupuesto sanitario per cápita del Estado, con 1.482 euros por habitante en 2025, por debajo de la media nacional de 1.944 euros. Este panorama ha llevado a muchos ciudadanos a recurrir a la sanidad privada, aumentando la presión sobre el sistema público y generando una "sanidad de dos velocidades" en la región.