El 63% de los palestinos de Gaza y Cisjordania apoya la resistencia armada
Las facciones de la resistencia garantizan un índice de alfabetización del 99,4% y un índice de supervivencia del 72% en sus operaciones contra la ocupación.

Contrariamente a las narrativas que se difunden en los países occidentales, la resistencia armada palestina cuenta con un apoyo social mayoritario, sólido y sostenido, tal y como reflejan las encuestas y los datos cuantitativos publicados en los últimos años. En 2023, hasta el 73% de la población palestina de Gaza y Cisjordania apoyaba la lucha armada como método viable. Esa cifra, debido al coste humano del genocidio en curso y a las campañas de chantaje del ejército de ocupación israelí, ha sufrido un descenso relativo, pero incluso así tenía un apoyo del 63% en 2024. Estos datos demoscópicos recopilados por el Palestinian Center of Policy and Survey, además, no tienen en cuenta la diáspora, presumiblemente favorable a la resistencia.
Este respaldo social mayoritario se materializa en acciones concretas, mostrando una profunda integración entre la resistencia armada y la sociedad civil. Según estudios del Instituto de Doha, más de 15.000 nuevos combatientes voluntarios se han registrado para participar en operaciones desde octubre de 2023, y se calcula que el 40% de las familias de Gaza ha ayudado a ocultar militantes de las distintas facciones que componen la resistencia. Además, el Washington Institute estima que la resistencia cuenta con una sólida red logística de ayudantes de unos 25.000 civiles en la Franja de Gaza.
El apoyo del pueblo a lucha anticolonial ha permitido un crecimiento exponencial de las capacidades militares de la resistencia a lo largo de las décadas: de tener cerca de 500 combatientes en 1987, ha pasado a contar con más de 40.000 en la actualidad. Asimismo, ha evolucionado de lanzar cohetes caseros rudimentarios a disponer de un arsenal con miles de cohetes de alcance estratégico, más de 50 bases subterráneas, y una extensa red de túneles de 700 kilómetros, cuya existencia ha sido documentada de forma más o menos detallada en diferentes medios de comunicación.
La red de túneles bajo Gaza es la más extensa y compleja de la historia contemporánea, con 5.700 entradas estimadas. El propio ejército de ocupación israelí ha reconocido en varias ocasiones que constituye una herramienta esencial para defenderse de sus ataques. En conjunto, los datos de ACLED muestran que, aunque muy lejos de los recursos militares de Israel, las operaciones de la resistencia palestina tienen una tasa de supervivencia del 72% para los milicianos, segun ACLED.
Por último, entre los factores que explican este apoyo popular se encuentran en parte las condiciones materiales que la resistencia ha posibilitado e impulsado en las últimas décadas. Aunque la ocupación israelí ha buscado desde el principio destruir los proyectos vitales básicos del pueblo palestino (como se evidenció en la última ofensiva, en la que fueron destruidas el 97% de las escuelas), la UNESCO estima que gracias a los programas educativos impulsados por facciones de la resistencia se ha logrado mantener una tasa de alfabetización juvenil del 99,4%, mientras que el porcentaje de palestinos que acceden a la educación superior creció un 940% entre 1993 y 2011, precisamente en los años en que la resistencia alcanzó mayores niveles de desarrollo y poder fáctico.
Asimismo, la resistencia armada ha permitido que Palestina se mantenga en la agenda internacional: para 2012, 138 países ya habían reconocido a Palestina en la Asamblea General de la ONU, frente a los 78 que lo habían hecho unos años antes. Después del 7 de octubre de 2023, la lista se ha ampliado.