El Gobierno español promete vetar el suministro de armamento estadounidense para Israel
Madrid asegura que impedirá que aviones y buques estadounidenses cargados con armas para Israel pasen por Rota y Morón, aunque mantiene la alianza con EE. UU., que podría recordarle los tratados militares vigentes.

El Gobierno español ha anunciado que bloquea el tránsito por las bases militares de Rota (Cádiz, Andalucía) y Morón (Sevilla, Andalucía) de aviones y barcos estadounidenses con armamento destinado al Estado de Israel. Fuentes del Comité Conjunto Hispano-Norteamericano insisten en que estas bases "están bajo soberanía española y que todo movimiento militar debe ser autorizado por España", por lo que “Rota y Morón no son un coladero”, en un intento de "desmentir" a quienes sugieren que la prohibición es meramente formal, como otras declaraciones que viene haciendo Moncloa al respecto.
Sin embargo, el aparente adolece de limitaciones importantes. Para empezar, el Estado español no inspecciona físicamente la carga que acompaña a los vuelos o buques militares estadounidenses en estas bases, lo que deja espacio para que el Pentágono oculte el contenido, aunque hacerlo podría dañar la confianza bilateral; sin embargo, el Estado español es el socio menor, por lo que no tiene demasiada fuerza de presión diplomática sobre Washington. Además, la logística militar permite que aviones o buques pasen indirectamente a través de terceros países, sin que quede constancia en los planes iniciales de vuelo o ruta.
El marco legal vigente, firmado en 1988 con Estados Unidos y sujeto a modificaciones, permite el libre tránsito de fuerzas estadounidenses en el Estado español, con la excepción de cargas o elementos “controvertidos” que requieren autorización expresa. En la práctica, las autoridades españolas limitan formalmente el tránsito de armas hacia el Estado de Israel, pero evitan medidas específicas que puedan tensar la relación estratégica con EE. UU., manteniendo una colaboración tácita que muchos interpretan como una medida simbólica, pero no efectiva para el pueblo palestino.
En este contexto, la relación entre Madrid y Washington se mueve entre el cumplimiento del convenio y la gestión política interna, con un Ejecutivo que ha anunciado suspensiones de contratos militares en falso y aprobado solemnemente embargos de armas a Israel que no terminan de cumplirse, generando críticas y señalamientos de organizaciones como la Red Solidaria contra la Ocupación de Palestina (RESCOP), que insiste en que el Ejecutivo de Sánchez miente reiteradamente o que anuncia medidas parciales sin grandes efectos prácticos, mientras mantiene su subordinación estratégica a EE.UU.