Este martes, el Movimiento de Resistencia Islámica Hamas comenzó oficialmente a estudiar el plan de paz presentado por Donald Trump para Gaza, confirmando la recepción de la propuesta y la apertura de una ronda de consultas con su liderazgo político y militar, así como con otras facciones palestinas. Según fuentes citadas por EFE, la organización palestina busca un acuerdo integral que garantice el fin del asedio genocida, la retirada total del Estado de Israel, el fin del bloqueo impuesto desde 2007 y la reconstrucción del enclave. El proceso de deliberación podría prolongarse “varios días” por la complejidad de las comunicaciones internas tras ataques israelíes recientes a negociadores en Doha.

Egipto, Qatar y Turquía, por su parte, piden a Hamas que acepte el plan, presentado en Doha por Mohamed bin Abdulrahmán al Thani y Hasán Rashad, quienes instaron a la facción palestina a una “respuesta de buena fe” ante el contenido respaldado por Trump y Netanyahu. El portavoz de Exteriores de Qatar, Majed al Ansari, señaló que “aún es pronto para responder”, pero expresó "cierto optimismo" ante los mediadores regionales y la presencia activa de Turquía en el "diálogo".

La propuesta prevé un alto el fuego inmediato, retirada paulatina sin garantías del ejército israelí, intercambio de prisioneros, desarme de la resistencia y formación de un gobierno de transición de tecnócratas, todos supervisados por una “Junta de la Paz” presidida por Trump y Tony Blair, con exclusión directa de la resistencia en la futura administración de Gaza. Esta "autoridad internacional" gestionaría la reconstrucción y canalización de ayuda humanitaria, además de "ofrecer salida segura" para líderes de Hamas.

Trump ya ha lanzado un ultimátum público afirmando que Hamas dispone de “tres o cuatro días” para aceptar el plan, mientras Netanyahu advirtió que, si la propuesta se rechaza, Israel continuará su ofensiva genocida. Mientras tanto, la resistencia estudia la propuesta bajo enorme presión.