Von der Leyen afronta doble moción de censura por Gaza y pactos comerciales
La presidenta de la Comisión Europea enfrenta iniciativas parlamentarias que buscan su improbable destitución por su inacción ante el genocidio en Gaza y los acuerdos con EE.UU. y Mercosur.

El Parlamento Europeo votará el jueves dos mociones de censura contra Ursula Von der Leyen, impulsadas por eurodiputados de la izquierda y la extrema derecha. La izquierda denuncia su “cobardía” y su negativa a romper relaciones comerciales con el Estado genocida de Israel ni a imponer un embargo de armas tras “acompañar” el genocidio en Gaza, según Manon Aubry, jefa de filas de La Francia Insumisa. Jordan Bardella, presidente de Agrupación Nacional de Marine Le Pen, calificó la iniciativa de “voto contra la Europa de Macron y Von der Leyen”, criticando el “primer déficit comercial agrícola en medio siglo” y la “rendición comercial” frente a EE.UU. y Mercosur.
Von der Leyen, en respuesta, apeló a "la unidad de las fuerzas proeuropeas" ante "adversarios de la UE que buscan sembrar división y difundir desinformación para enfrentar a los europeos", con referencia directa a Vladimir Putin y los supuestos "ataques de drones rusos" en el continente. A pesar de defender su liderazgo, la presidenta admitió la “preocupación legítima” de los bloques sociales y señaló “la necesidad de diálogo” con los aliados críticos en la Eurocámara.
Iratxe García, líder del grupo socialdemócrata, advirtió que el Partido Popular Europeo “no puede convertirse en la muleta de los negacionistas del cambio climático ni de quienes aplauden las acciones de Israel en Gaza”, pero no aclaró la postura de su grupo en la votación. Valérie Hayer, portavoz de Renovar Europa, confirmó que su grupo no censurará a Von der Leyen pero destacó la ausencia de “progreso real” y señaló fallos de la mayoría europeísta desde la primera moción de censura en julio.
Aunque la aprobación de ambas mociones es improbable por la fuerza numérica de los partidos tradicionales, el debate demuestra el desgaste de la Comisión Europea y la incapacidad de la Bruselas para responder a las demandas sociales y la justicia internacional. El genocidio en Gaza, los pactos comerciales y las alianzas con fuerzas de la extrema derecha evidencian la debilidad de un liderazgo marcado por la gestión opaca, el estrecho margen de maniobra para reformas y su delicada situación económica y geopolítica.