La llamada Pentagon Pizza Theory —el seguimiento público en redes del aumento súbito de pedidos en pizzerías próximas al Pentágono— ha cobrado relevancia durante eventos como los ataques a instalaciones iraníes en junio de 2025. La cuenta de X Pentagon Pizza Report, con más de 250.000 seguidores, rastrea el flujo diario de actividad en locales como Domino’s, Papa John’s y otros, señalando aumentos notables de pedidos minutos antes de que se anunciaran ofensivas militares, como las realizadas contra objetivos nucleares iraníes. El método tiene raíces en la Guerra Fría, cuando espías soviéticos supervisaban ese tipo de patrones como posibles indicadores de alerta militar.

El secretario Pete Hegseth confirmó estar al tanto del seguimiento y sugirió en una entrevista que el recientemente renombrado Departamento de Guerra podría ordenar pizzas de forma estratégica para confundir el monitoreo. Hegseth mencionó que “la operación funcionó porque comprendimos la inteligencia de fuentes abiertas y las maneras en que el público intenta observar movimientos clasificados”, en referencia a los ataques a Irán en junio, que involucraron más de 125 aviones estadounidenses en una operación denominada Midnight Hammer. Esto evidencia que el Pentágono reconoce la existencia y posible impacto de estas observaciones públicas, aunque no confirma causalidad directa.

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Ante la fascinación popular y la viralidad del índice, portavoces del Pentágono aseguraron que "la relación entre los pedidos de pizza y operaciones militares no se alinea con los hechos reales" y afirmando que existen "múltiples opciones gastronómicas" dentro del Pentágono, "desde sushi hasta donuts", que desmentirían una hipotética "dependencia exclusiva de la pizza". Sin embargo, el Pentagon Pizza Index ha sido descrito como una herramienta de inteligencia de fuentes abiertas (OSINT) que digitaliza esta interpretación folclórica y sirve para observar patrones de actividad en tiempos de crisis.

El seguimiento, aunque pudiera parecer una anécdota o una curiosidad de la cultura geek, muestra cómo hasta los datos más banales pueden convertirse en una fuente de inteligencia abierta, obligando a los gobiernos a alterar sus protocolos y a pronunciarse sobre cuestiones antaño impensables. La historia del Pentagon Pizza Index es también un recordatorio de cómo incluso los signos más inusuales pueden observarse con lupa en tiempos de conflicto global, en un momento en el que la tecnología y la cantidad de datos públicos disponibles permiten nuevas formas de monitoreo activo sobre cuestiones clasificadas.